Así se adaptaban los humanos a las islas mediterráneas hace más de 6.000 años
Un equipo internacional muestra cómo las comunidades prehistóricas transformaron el medio y desarrollaron estrategias de subsistencia sorprendentemente eficientes en Ustica y Pantelleria
Los resultados se han publicado en la revista Frontiers in Environmental Archaeology, en un trabajo liderado por investigadoras del IPHES-CERCA
Un equipo internacional de investigadoras ha reconstruido con detalle cómo las primeras comunidades humanas gestionaron los recursos, organizaron la subsistencia y transformaron el paisaje de las islas volcánicas de Ustica y Pantelleria, dos entornos pequeños, aislados y ecológicamente exigentes del Mediterráneo central. La investigación identifica cuándo y cómo se introdujeron plantas y animales, qué estrategias de subsistencia permitieron el establecimiento estable de estos grupos y por qué estas islas se convierten en un modelo excepcional para entender la adaptación humana en territorios frágiles.
Esta es la principal conclusión del artículo publicado en la prestigiosa revista Frontiers in Environmental Archaeology, en un trabajo liderado por la Dra. Claudia Speciale, investigadora del IPHES-CERCA, en el que también han participado la Dra. Ethel Allué (URV – IPHES-CERCA) y personal investigador de la Universidad de Bolonia y de la Universidad de Padua. El estudio integra datos arqueobotánicos, antracológicos y zooarqueológicos para comprender las estrategias de subsistencia desarrolladas en Ustica durante el Neolítico (4800–4300 a.C.) y en Pantelleria durante la Edad del Bronce (1800–1500 a.C.).
Ustica: colonización neolítica y adaptación flexible
En el yacimiento de Piano dei Cardoni (Ustica), los análisis han recuperado un conjunto notable de restos vegetales que incluye cereales como la cebada, higuera, olivo y lentisco. Esta combinación revela que los primeros habitantes introdujeron cultivos de manera consciente para garantizar una base alimentaria estable en un territorio con poca agua y superficies cultivables limitadas. Según las investigadoras del IPHES-CERCA Ethel Allué y Claudia Speciale, la presencia simultánea de especies cultivadas y silvestres propias de la maquia mediterránea indica una explotación diversificada y equilibrada de los recursos, sin signos de sobreexplotación ni tensiones ecológicas.
La dieta animal refuerza esta imagen de adaptación flexible, con un consumo predominante de ovejas y cabras, aves y una intensa actividad pesquera y marisquera, que compensaba la ausencia de grandes mamíferos en un medio insular reducido y exigente.
Pantelleria: estrategias complejas en un entorno volcánico
En el yacimiento de Mursia (Pantelleria), el panorama es más complejo y muestra una economía en transformación a lo largo del tiempo. Los restos recuperados indican un uso creciente de plantas silvestres y árboles frutales como la higuera, combinado con cereales y legumbres que apuntan a una agricultura consolidada. El estudio del carbón vegetal evidencia una selección cuidadosa de las maderas utilizadas para la combustión y para actividades domésticas o técnicas, y muestra cómo cada decisión respondía a necesidades concretas del grupo.
La ganadería, centrada sobre todo en ovicaprinos, se complementaba con recursos marinos y con una gestión muy adaptativa del paisaje volcánico, que requería un conocimiento detallado del medio y una capacidad de ajuste constante.
Un laboratorio natural de adaptación humana
Según Speciale, las pequeñas islas mediterráneas funcionaron como verdaderos laboratorios naturales de adaptación humana. A pesar de sus limitaciones (pocos recursos terrestres, espacios reducidos y ecosistemas frágiles), las comunidades prehistóricas supieron desarrollar sistemas de subsistencia flexibles, sostenibles y sorprendentemente eficientes, basados en la agricultura, la ganadería, la recolección y la explotación de los recursos marinos.
La investigación demuestra que estos grupos no solo sobrevivieron en entornos aparentemente marginales, sino que construyeron economías estables y resilientes capaces de perdurar durante siglos.
Referencia del artículo
Speciale, C., Allué, E., Carra, M., Fiori, F., Prillo, V. G., & Cattani, M. (2025). Adapting to Mediterranean island environments: prehistoric human interaction with plants and animals at Piano dei Cardoni (Ustica) and Mursia (Pantelleria). Frontiers in Environmental Archaeology, vol. 4. https://doi.org/10.3389/fearc.2025.1621064
