Un nuevo proyecto arqueológico explora la adaptación de las comunidades cazadoras-recolectoras al fuego durante el Holoceno en Argentina
El proyecto, financiado por la Wenner-Gren Foundation, está centrado en el valle de Ongamira, en la provincia de Córdoba
Un nuevo proyecto de investigación liderado por el Dr. Andrés Robledo, investigador postdoctoral del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA), y que llevará a cabo un equipo del Instituto de Antropología de Córdova (Argentina), abre nuevas perspectivas sobre el uso del fuego y las adaptaciones de las comunidades cazadoras-recolectoras a través del tiempo. Este estudio innovador, centrado en el valle de Ongamira, en la provincia de Córdoba (Argentina), busca profundizar en el papel fundamental del fuego en la transformación de las sociedades humanas, especialmente durante el Holoceno, un período marcado por profundos cambios climáticos y ecológicos.
El objetivo principal del proyecto Human and fire adaptations durante Holocene en semi-arids mountain landscapes (Argentina) (HUFA), que ha recibido financiación de la Wenner-Gren Foundation, es comprender cómo las prácticas de uso del fuego, tanto para la cocina como para otras actividades cotidianas, estaban estructuradas por decisiones sociales que influyeron en las estrategias de adaptación de las comunidades cazadoras-recolectoras, y más adelante, en las sociedades productoras de alimentos. El fuego, una herramienta tecnológica de vital importancia, permitió no sólo la supervivencia en entornos hostiles, sino que también modificó la forma en que estas comunidades se relacionaban con el paisaje y sus recursos naturales.
El fuego: Un recurso esencial para las comunidades cazadoras-recolectoras
Durante milenios, las comunidades cazadoras-recolectoras han dependido del fuego como un recurso central para su subsistencia. Este proyecto pone de relieve la importancia del fuego como herramienta para cocinar, calentar, protegerse del frío y socializar, pero también como factor clave para modificar materiales como la madera o los huesos. Según Andrés Robledo, “entender cómo estas sociedades seleccionaban y gestionaban el combustible nos permite descubrir aspectos profundos de su organización social y económica”.
El proyecto HUFA tiene como objetivo estudiar tres tipos de yacimientos arqueológicos en el valle de Ongamira: abrigos rocosos, yacimientos al aire libre y casa-pozo. A través de las excavaciones, el equipo investigador espera recuperar evidencias de uso del fuego que permitan entender las adaptaciones a largo plazo de las comunidades humanas a las cambiantes condiciones del medio ambiente semiárido montañoso de esta región de América del Sur.
Una ventana a la evolución de las sociedades humanas durante el Holoceno
El Holoceno, que abarca desde hace unos 11.700 años hasta la actualidad, es un período clave en la evolución de las sociedades humanas. Vio el paso de comunidades nómadas cazadoras-recolectoras a sociedades más sedentarias y productoras de alimentos. En este contexto, el estudio del uso del fuego es fundamental para entender cómo estas comunidades gestionaron los recursos naturales y cómo se adaptaron a un paisaje que cambiaba con el clima.
"El fuego, especialmente en regiones semiáridas de montaña, no sólo era una cuestión de supervivencia, sino que también estaba íntimamente ligado a la organización social y las decisiones tecnológicas", destaca Robledo. El equipo investigador analizará la gestión del fuego y el tipo de leña utilizada, así como las prácticas culturales asociadas, para obtener una visión completa de cómo estas comunidades interactuaban con su entorno y el fuego como eje central.
Impacto para la arqueología y las comunidades locales
Este proyecto no sólo contribuirá a enriquecer el conocimiento científico sobre las comunidades cazadoras-recolectoras y su uso del fuego, sino que también tendrá un fuerte componente de divulgación para las comunidades locales. Las actividades previstas incluyen talleres educativos y exhibiciones en el Museo de Antropología de Córdoba, así como colaboraciones con escuelas locales para sensibilizar a la población sobre la importancia del patrimonio arqueológico.
“Este estudio ofrecerá una comprensión más profunda de las dinámicas sociales y culturales de las comunidades cazadoras-recolectoras, ayudándonos a construir modelos más precisos sobre su evolución y relación con el entorno”, añade Robledo.
Conclusiones esperadas y retos futuros
El proyecto HUFA espera aportar nuevos conocimientos sobre cómo las comunidades cazadoras-recolectoras se adaptaron a condiciones ambientales complejas y cambiantes, utilizando el fuego no sólo para su subsistencia, sino como una herramienta central en su organización social. Esta investigación proporcionará una base sólida para futuras investigaciones sobre la adaptación humana en otras regiones semiáridas del mundo.