Las poblaciones humanas de la prehistoria reciente tenían fuertes vínculos de parentesco
Un estudio liderado por la Beatriz Gamarra del IPHES-CERCA y que ha sido publicado en la prestigiosa revista Archaeological and Anthropological Science pone de manifiesto que las poblaciones que vivieron durante los períodos del Neolítico Final – Calcolítico y Bronce del noreste y partes norte -centrales de la Península Ibérica eran bastante homogéneas a nivel biológico, y en particular, a nivel de su morfología dental, tal y como sugieren los resultados de los estudios genéticos.
El proceso de neolitización en la Península Ibérica fue un evento relativamente rápido que llegó tanto a las zonas costeras como de interior. Sin embargo, el proceso implicó un impacto diferenciado de las poblaciones recién llegadas en las diversas zonas de la península. Durante el período del Neolítico Final-Calcolítico (circa 3500 – 2300 cal ANE), ocurrieron cambios importantes a nivel socioeconómico y cultural, con cambios en las redes de intercambio comercial, por ejemplo, y en las prácticas funerarias. Los análisis de ADN antiguo (aADN) en individuos de la Península Ibérica han mostrado señales de poblaciones recién llegadas a la península a lo largo de todo el período del Neolítico. En concreto, estos estudios muestran una reducción de la diversidad genómica a partir del período del Neolítico Final – Calcolítico que continuó, al menos, hasta El Bronce Inicial (2200 – 1200 cal ANE), sugiriendo cierta movilidad de las poblaciones humanas e intercambio genético interno entre distintas poblaciones de la Península Ibérica.
Los restos dentales son una herramienta muy potente ya que pueden utilizarse como aproximación biológica al tener un alto componente genético, ya que sus rasgos permanecen invariables a lo largo del tiempo, además de que se encuentran en gran abundancia en el registro arqueológico. En contextos donde los restos humanos aparecen fragmentados, quemados o mezclados, como es el caso de los entierros colectivos del período del Calcolítico, o donde la mala conservación del ADN, por climas cálidos por ejemplo, impiden realizar un estudio genético, los dientes suelen ser las herramientas más adecuadas. Los estudios de la morfología dental en poblaciones prehistóricas humanas de la Península Ibérica son escasos y están focalizados en la morfología externa de los dientes. Algunos de estos estudios muestran una cierta homogeneidad biológica en poblaciones del norte de la Península durante el período del Neolítico Final – Calcolítico, mientras que otros no.
En este trabajo publicado se han estudiado las afinidades biológicas de poblaciones humanas del Neolítico Final-Calcolítico del norte de la Península Ibérica a través del estudio de la morfología en 3D de uno de los tejidos internos de los dientes, la unión esmalte- dentina (enamel-dentine junction, EDJ). Esta metodología se ha empleado para estudiar las diferencias entre especies de primates y varias especies de nuestro linaje; muy escasamente para establecer relaciones biológicas entre poblaciones prehistóricas; y nunca en poblaciones holocenas de la Península Ibérica.
Los resultados del estudio publicado por la Dra. Beatriz Gamarra en Archaeological and Anthropological Science sugieren que las poblaciones que vivieron durante los períodos del Neolítico Final – Calcolítico y Bronce del noreste y partes norcentrales de la Península Ibérica eran bastante homogéneas a nivel biológico, y en particular, a nivel de su morfología dental, tal y como sugieren los resultados de los estudios genéticos. Esta homogeneidad se ha especulado que puede deberse a cambios en las redes de intercambio a nivel más regional. Según Gamarra "seguramente, cuando había movimiento de elementos culturales, también había movimiento entre las poblaciones y, por tanto, la posibilidad de establecer vínculos biológicos entre ellas".
Sin embargo, los individuos que fueron enterrados en el yacimiento catalán de Can Sadurní (Begues, Barcelona) presentan unas morfologías de la EDJ bastante singulares que, junto a otros rasgos dentales, los diferencian del resto de poblaciones. En conjunto, “puede pensarse que esta población era particularmente endogámica, sin intercambio biológico con otras poblaciones de alrededor. O bien que formaban parte de un grupo que ocupaban un cierto territorio, puesto que se han encontrado elementos culturales en común en otros yacimientos cercanos a Can Sadurní”.
Los resultados de este estudio no sólo contribuyen al largo debate de los movimientos migratorios que ocurrieron en el pasado en nuestro territorio, sino que demuestra el uso de los tejidos internos de los dientes como herramienta alternativa a los estudios del ADN. “Sin poner en duda la fiabilidad de estos últimos, el método que empleamos en este trabajo nos acerca, de forma no destructiva, a establecer relaciones de similitud biológica y, por tanto, de parentesco, entre poblaciones antiguas. De esta forma, y conjuntamente con la información que nos proporcionan los diferentes elementos culturales compartidos, podemos entender o hacer inferencias de las posibles relaciones entre ellas”
Esta investigación, liderada por la Dra. Beatriz Gamarra, se ha llevado a cabo en el marco del proyecto postdoctoral Beatriz de Pinós (BP-2017 210) concedido a la misma por la AGAUR, y en colaboración con otros miembros del IPHES-CERCA y la URV, y otros centros de investigación catalanes.
Referencia bibliográfica
Gamarra, B. et al. (2022). Identifying biological affinities of Holocene northern Iberian populations through the inner structures of the upper first molars. Archaeological and Anthropological Science.
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