Una expedición arqueológica busca las ocupaciones humanas de hace más de un millón de años de antigüedad en el Cuerno de África
Un equipo del IPHES-CERCA inicia una nueva campaña de excavación y prospección arqueológica en la cuenca Engel Ela-Ramud, en el sector nororiental de la Depresión de Danakil, en Eritrea, uno de los territorios más inhóspitos del mundo
Entre el 26 de noviembre y el 18 de diciembre, un equipo integrado por profesionales de la paleontología, la arqueología y la geología, codirigidos por Bienvenido Martínez-Navarro, profesor de investigación ICREA adscrito al IPHES-CERCA y por Tsegai Medin, investigador adscrito a la Comisión de Cultura y Deportes del Gobierno de Eritrea llevan a cabo una nueva campaña de excavación y prospección en la cuenca Engel Ela-Ramud, en el sector más septentrional del Rift Valley africano, en el triángulo de los Afar, cerca de donde fue descubierta la famosa Lucy. En los trabajos también participan Antoni Canals Salomó, profesor de la Universitat Rovira i Virgili (URV) e investigador en el IPHES-CERCA, Sergio Ros-Montoya, profesor de la Universidad de Málaga, junto con un amplio equipo de jóvenes arqueólogos y arqueólogas eritreos. Esta campaña se enmarca en el proyecto financiado por la Fundación Palarq titulado: "Estudio de los registros pleistocenos de la cuenca de Engel Ela-Ramud (Eritrea)".
El proyecto comenzó en 2012 con la participación del profesor Eudald Carbonell, que fue codirector hasta 2019, y durante este tiempo se ha trabajado intensamente estudiando la geología, prospectando toda la cuenca para localizar registros paleontológicos y arqueológicos. De esta forma, el equipo investigador ha podido calibrar su potencial científico y patrimonial.
La columna estratigráfica tiene un grosor superior a 100 metros, inclinada hacia el oeste y muy fracturada. A nivel sedimentario, corresponde a un ambiente de tipo deltaico, donde el área fuente se ubica en las tierras altas de Eritrea, localizadas en occidente. Se han localizado distintos niveles con restos fósiles abundantes conjuntamente con industria lítica achelense. Su cronología abarca la segunda mitad del Pleistoceno inferior (entre 1,8 y 0,7 millones de años).
El área prospectada es bastante extensa, unos 80 km2 marcados por profundos barrancos, donde los hallazgos de industria lítica y fósiles son abundantes, especialmente en superficie, al caer por gravedad desde las laderas a los cauces de los arroyos secos. Pero los niveles fértiles en restos arqueológicos y paleontológicos in situ son escasos. Por eso, ha sido necesario prospectar sistemáticamente el área en estudio, barranco a barranco, hasta que poco a poco se han ido localizando varios estratos fértiles en industria lítica, fauna y restos vegetales.
Se han realizado algunas excavaciones y pequeños sondeos, que certifican un registro muy interesante para el conocimiento de los homininos achelenses y su entorno, con abundante industria cortada en pequeño formato, siempre en cuarzo, y también abundantes piezas cortadas en gran formato sobre cuarzo, cuarcita y rocas volcánicas, que están asociadas normalmente a fauna fósil, especialmente elefantes (Palaeoloxodon), hipopótamos (Hippopotamus), cerdos (Kolpochoerus, Metridichoerus), rinocerontes (Ceratotherium), équidos (Equuss), girafa (Giraffa), primates, cocodrilos y tortugas, así como restos de flora, entre los que destacan las palmeras.
Durante la campaña de este año, el equipo investigador tiene previsto realizar una campaña sistemática de los niveles arqueológicos documentados en el sector de Erau, donde se han documentado abundantes restos de hipopótamo.