El gobierno declara el Cinglera del Capelló como Bien Cultural de Interés Nacional
Descubierto hace 114 años por Amador Romaní y después de 40 años de trabajos continuados por parte del equipo liderado por Eudald Carbonell del IPHES-CERCA, el Abric Romaní es uno de los yacimientos más importantes del mundo para conocer los Neandertales
El gobierno catalán ha declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) el conjunto arqueológico de La Cinglera del Capelló, en Capellades (Anoia) en la categoría de Zona Arqueológica. La zona protegida incluye diecisiete yacimientos, entre los que destaca el del Abric Romaní. Es donde el año pasado se descubrieron los restos parciales de un cráneo de Neandertal de 60.000 años de antigüedad, un hallazgo que llegó después de más de cuarenta años de trabajo continuado por parte del equipo liderado por Eudald Carbonell del IPHES-CERCA.
La Cinglera del Capelló, un tesoro prehistórico
La cinglera travertínica se encuentra al este del casco urbano de Capellades, orientado a levante, e incluye capellos, abrigos, grutas y cuevas, a cuyos pies transcurre el camino Ral, una zona de huertos y el río Anoia. El conjunto arqueológico está formado por un total de diecisiete yacimientos con restos arqueológicos de diferentes períodos, desde el Paleolítico medio hasta la edad del Bronce. Configuran este conjunto los siguientes yacimientos arqueológicos: el Abric Romaní, la Cova dels Degotalls, la Cova de la Miranda, la Cova d’en Sellarès, l’Estació Agut, la Balma de la Costa de Cal Manel, la Cova del Pau Antón, la Balma dels Pinyons, la Cova d’Antoni Zuleta, la Cova de Lluís M. Vidal, la Cova del Simeó, la Cova de Cal Ferrer, el Abric de la Consagració, el Jaciment del camí del Pont del Bisbe, la Cova de Matías Pallarès, la Cova del Paranò y la Cova d’en Jaume Forcada.
El Abric Romanní, un yacimiento histórico
De este grupo, destaca por encima de todos el yacimiento del Abric Romaní, descubierto por el empresario Amador Romaní en 1909, el cual lo excavó intermitentemente hasta 1933. Desde entonces, el yacimiento ha sido objeto de diversas intervenciones poco relevantes, especialmente a finales de los años 50 y 60 del siglo pasado. No fue hasta 1983 cuando Eudald Carbonell, junto con sus colegas Rafael Mora y Artur Cebrià, decidieron iniciar las excavaciones sistemáticas en el Abric Romaní aplicando la metodología moderna.
El Abric Romaní, un yacimiento excepcional
Durante más de 40 años, Eudald Carbonell y su equipo han puesto al descubierto un yacimiento excepcional, único. Durante todos estos años, el equipo de especialistas ha excavado una superficie de 300 m2 con múltiples capas y niveles arqueológicos, llegando a rebajar la superficie hasta 10 metros de profundidad. En todos estos niveles arqueológicos se han recuperado miles de restos de animales y herramientas de piedra, así como cientos de hogares y negativos de madera en un estado de conservación excepcional. Esta diversidad, singularidad y excelente conservación de los restos distribuidos en todo el espacio del yacimiento, hacen que el Abric Romaní sea considerado uno de los yacimientos más importantes del mundo para entender el comportamiento Neandertal; así lo avalan los cientos de artículos y monografías publicados en las mejores revistas científicas internacionales, las decenas de tesis doctorales, tesinas, trabajos de final de máster realizadas, así como las constantes visitas e intercambios con científicos de todo el mundo.
El Abric Romaní, el emblema de un equipo
También han sido esenciales los cientos de personas, estudiantes y profesionales que durante todos estos años han participado en las campañas de excavación, dedicando su tiempo y su ilusión en este proyecto de investigación. Y es que el Abric Romaní es también una auténtica escuela donde se han formado estudiantes de arqueología, biología y geología de todo el mundo.
El arraigo con el territorio, incentivando la generación de equipamientos culturales que permitan transmitir el conocimiento científico generado, esa voluntad de trabajo marcado por la excelencia, estas ganas de dar a conocer y compartir los resultados científicos obtenidos, etc. son los valores que caracterizan al equipo liderado por Eudald Carbonell. Ahora que ha anunciado su jubilación, deja al mando de este transatlántico a la Dra. Palmira Saladié, la Dra. Gema Chacón y al Dr. Josep Vallverdú, investigadores del IPHES-CERCA, convencido de que estos valores están asegurados y los logros futuros garantizados.
El Abric Romaní, un yacimiento patrimonio de todos
Entre los múltiples hitos arqueológicos que ha proporcionado el Abric Romaní cabe destacar los restos parciales de un cráneo de Neandertal de 60.000 años de antigüedad. Después de más de 40 años de investigación continuada nunca antes se habían encontrado restos humanos neandertales. Sin duda, este hallazgo ha puesto al Abric Romaní en el podio de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo para conocer el comportamiento social y cultural de los neandertales y es una recompensa muy importante a tantos años de perseverancia, esfuerzo y excelencia en el trabajo.
La delimitación del Bien Cultural de Interés Nacional de la Cinglera del Capelló representa otro de los hitos importantes para la historia de este conjunto arqueológico, también por el Abric Romaní. Después de ciento catorce años, recibe el reconocimiento institucional que se merece, garantizando su protección, la continuidad de la investigación arqueológica que se lleva a cabo y con la ilusión de poder equiparlo con recursos museográficos que permitan darlo a conocer al conjunto de la sociedad. Desde hoy, el Abric Romaní y el conjunto de yacimientos de la Cinglera del Capelló son patrimonio de todos.