La campaña de Atapuerca 2025 marca un punto de inflexión con nuevos descubrimientos y una dirección renovada
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La campaña de Atapuerca 2025 marca un punto de inflexión con nuevos descubrimientos y una dirección renovada

Los trabajos de excavación en extensión en la unidad TD6 de la Gran Dolina han proporcionado nuevos restos humanos de Homo antecessor

El IPHES-CERCA ha tenido un papel clave en la coordinación de los trabajos en varios yacimientos y en el río, y asume ahora también responsabilidades destacadas dentro del nuevo equipo directivo del proyecto

Hoy han finalizado los trabajos de excavación en el complejo de yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos), iniciados el pasado 20 de junio, con la participación de más de 300 investigadores e investigadoras de todo el mundo. El Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) ha tenido una presencia destacada, con cerca de 120 miembros, entre personal investigador, técnico y estudiantes del máster Erasmus Mundus en Arqueología del Cuaternario y Evolución Humana de la URV, que han coordinado excavaciones en cinco yacimientos clave y los trabajos de lavado de sedimentos en el río.

La campaña de 2025 ha sido también la primera bajo la responsabilidad del nuevo equipo directivo del Proyecto Atapuerca, tras la jubilación de los Dres. Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, y la retirada progresiva del Dr. Juan Luis Arsuaga. La renovación en la dirección ha sido el resultado de un relevo planificado, gradual y estratégico, construido a lo largo de décadas de investigación colaborativa, y se ha llevado a cabo con total normalidad y espíritu de continuidad. Desde el primer momento, el nuevo equipo ha trabajado conjuntamente con los anteriores directores para garantizar una transición fluida y eficaz, impulsando proyectos comunes y definiendo líneas estratégicas compartidas.

El nuevo equipo de codirección está formado por seis investigadores de reconocido prestigio: la Dra. Marina Mosquera y el Dr. Andreu Ollé (ambos miembros del IPHES-CERCA y de la URV), la Dra. María Martinón y el Dr. Alfonso Benito (CENIEH), y el Dr. José Miguel Carretero y el Dr. Ignacio Martínez Mendizábal (Universidad de Burgos y Universidad de Alcalá). La presencia de dos miembros del IPHES-CERCA, uno de los cuales (Mosquera) ejerce también como directora del centro, refuerza el liderazgo científico catalán en uno de los proyectos arqueopaleontológicos más relevantes del mundo.

Entre los resultados más destacados de la campaña sobresale la recuperación de nuevos restos humanos atribuidos a Homo antecessor en la unidad TD6 del yacimiento de Gran Dolina, con una antigüedad de aproximadamente 850.000 años. Treinta años después del descubrimiento inicial de esta especie en un pequeño sondeo, el equipo de investigación ha podido excavar en extensión la unidad TD6, confirmando que se conserva íntegra en una superficie superior a los 40 m². “Con alivio, sorpresa y mucha ilusión, hemos constatado el excepcional estado de conservación de la unidad”, ha señalado la Dra. Marina Mosquera. Los Dres. Palmira Saladié y Andreu Ollé, investigadores del IPHES-CERCA y coordinadores de la excavación en Gran Dolina, añaden: “Aunque todavía no hemos alcanzado las capas más ricas en restos humanos, las sensaciones son muy positivas y todo indica que se abre una nueva etapa de grandes descubrimientos en una de las joyas de Atapuerca y de la paleoantropología mundial”.

HALLAZGOS MÁS DESTACADOS DE CADA YACIMIENTO

Durante la campaña de excavación de 2025, el equipo investigador del IPHES-CERCA ha coordinado los trabajos de excavación en los yacimientos de Gran Dolina, Sima del Elefante, Galería y Cueva Fantasma, todos ellos ubicados en la Trinchera del Ferrocarril, así como en la cueva de El Mirador. Además, se han llevado a cabo los trabajos de lavado y cribado de sedimentos en el río Arlanzón, a su paso por el municipio de Ibeas de Juarros (Burgos).

Gran Dolina, unidad TD6

Coordinado por la Dra. Palmira Saladié, investigadora del IPHES-CERCA, y el Dr. Andreu Ollé, investigador del IPHES-CERCA

La campaña de 2025 ha dado continuidad a la tercera fase de excavación de la unidad TD6 del yacimiento de Gran Dolina, iniciada hace ahora dos años. Se trata de la unidad que contiene el denominado estrato Aurora (TD6.2), donde, en dos etapas anteriores (1994–1997 y 2003–2011), salieron a la luz los restos de un campamento de hace 850.000 años.

En aquel momento se recuperaron cerca de 180 fósiles humanos, junto con una gran cantidad de restos de ciervos, caballos, bóvidos y otros animales, así como un conjunto de herramientas de piedra que habían sido fabricadas, utilizadas y abandonadas en el lugar.

El estudio de estos fósiles permitió documentar el episodio de canibalismo más antiguo conocido hasta la fecha, y también reveló una combinación de rasgos anatómicos que llevó a la propuesta, en 1997, de una nueva especie: Homo antecessor.

Los trabajos de 2025 han seguido centrados en la excavación del techo de la unidad (denominado TD6.1). En este nivel se ha documentado una letrina de hienas con más de 1.300 coprolitos (excrementos fosilizados) de este carnívoro, un hallazgo excepcional que aporta información paleoecológica muy valiosa sobre el momento en que la cueva dejó de ser utilizada como campamento humano.

En contacto con la capa de coprolitos, además de algunos huesos de animales, han aparecido herramientas de piedra elaboradas con diferentes materias primas y un nuevo conjunto formado por 10 fósiles humanos de Homo antecessor. En primer lugar, se han identificado dos dientes que han permitido reconocer a un nuevo individuo, un adulto joven. Además, se han recuperado tres vértebras, una falange del dedo índice, un fragmento de costilla y tres fragmentos de huesos de las extremidades. Algunos de estos fósiles presentan marcas de corte y fracturas por impacto relacionadas con el descarnado de los cuerpos y la extracción de la médula ósea, indicios claros de prácticas de canibalismo documentadas en este nivel.

Entre estos restos destaca especialmente un fragmento de la segunda vértebra cervical (axis) de un individuo infantil, de entre 2 y 4 años, que muestra marcas de corte relacionadas con la separación de la cabeza respecto al tronco.

Los resultados de esta campaña confirman la gran riqueza fosilífera de la unidad TD6, que ya ha proporcionado 200 fósiles humanos, y auguran campañas excepcionales en los próximos años. Todo ello refuerza, sin duda, el interés de la comunidad científica internacional por la investigación desarrollada por el equipo de Atapuerca.

Sima del Elefante

Coordinado por la Dra. Rosa Huguet, investigadora del IPHES-CERCA, y por el Dr. Xosé-Pedro Rodríguez, profesor de la Universitat Rovira i Virgili e investigador del IPHES-CERCA.

Los resultados de la campaña de excavación de 2025 en la Sima del Elefante han sido muy positivos y han permitido alcanzar los dos grandes objetivos planteados inicialmente. En primer lugar, se ha continuado la excavación de la parte superior del nivel TE7, donde en el año 2022 apareció el fósil humano conocido como “Pink”.

Esta intervención ha permitido recuperar numerosos restos de fauna y útiles líticos. En cuanto a la fauna, cabe destacar el hallazgo de restos de caballo, gamo, castor, oso y un pequeño carnívoro en conexión anatómica. La industria lítica descubierta en el nivel TE7 durante esta campaña incluye seis pequeñas lascas elaboradas con distintos tipos de roca (cuarzo, sílex cretácico y cuarcita), así como un canto de caliza con varias extracciones. Este conjunto de hallazgos nos ayudará a comprender mejor las estrategias de subsistencia de los homininos que habitaban la Sierra de Atapuerca hace aproximadamente 1,3 millones de años.

Por otro lado, se ha completado la excavación de un sondeo iniciado en 2019 con el objetivo de localizar la base de la secuencia sedimentaria de la Sima del Elefante. Durante la campaña del año pasado se localizaron en este sondeo un par de cantos rodados que podrían corresponder a una antigua terraza del río Arlanzón. La continuación del sondeo durante la campaña de 2025 ha permitido confirmar la existencia de esta terraza fluvial, que podría estar correlacionada con la terraza identificada en el interior de la Cueva Peluda.

Galería

Coordinado por la Dra. Isabel Cáceres, profesora de la Universitat Rovira i Virgili e investigadora del IPHES-CERCA, y por la Dra. Paola García Medrano, investigadora asociada al IPHES-CERCA.

La campaña de 2025 en Galería se ha centrado en la excavación de la subunidad GIIb, con una antigüedad de unos 300.000 años. Los trabajos han proporcionado más de 1.300 restos faunísticos y una colección de 40 herramientas líticas. Entre la fauna recuperada dominan los restos de ciervos y caballos, así como de bisontes, tanto juveniles como adultos.

En esta campaña destaca especialmente la recuperación de un molar de Cercopithecidae, que documenta por primera vez la presencia de macaco en Galería.

Las herramientas líticas recuperadas fueron elaboradas con una gran variedad de materias primas (sílex neógeno y cretácico, cuarzo, cuarcita y arenisca). Además de las lascas y percutores, se han recuperado instrumentos retocados de tamaño pequeño y medio, como raederas y denticulados.

Los resultados obtenidos sugieren que los grupos humanos utilizaban Galería como un lugar de aprovisionamiento de recursos animales, aprovechando a los animales que caían por el conducto vertical que funcionaba como una trampa natural. Los homínidos consumían in situ parte de los nutrientes, como indican las evidencias de fracturación para extraer la médula ósea. No obstante, la actividad principal se centraba en eviscerar, descuartizar y desarticular las carcasas para facilitar su transporte fuera de la cavidad.

Cueva Fantasma

Co-coordinado por el Dr. Josep Vallverdú, investigador del IPHES-CERCA.

En el yacimiento de Cueva Fantasma, la excavación continúa desarrollándose en distintos sectores del yacimiento: el sondeo del sector de entrada de Cueva Fantasma (CF), cuyo tramo superior documenta niveles de ocupación de los neandertales, y el sector interior o Sala Fantasma (SF), vinculado a una guarida de hienas.

En el sector de entrada de Cueva Fantasma se ha intervenido en el nivel CF24, con una antigüedad aproximada de entre 70.000 y 100.000 años. Este nivel ha proporcionado un conjunto interesante de herramientas líticas, entre las que se han identificado raederas y puntas, así como pequeños subproductos de talla en sílex, cuarcita y arenisca, elaborados con la técnica de talla Levallois, característica del Paleolítico medio.

Entre los restos faunísticos destaca la acumulación de équidos, con restos que corresponden a vértebras y articulaciones de las extremidades. Estos huesos presentan marcas de actividad humana, como fracturas destinadas a extraer la médula ósea.

La industria lítica y los huesos documentados confirman que este sector constituye el área con mayor actividad neandertal dentro de la cueva, aunque sus visitas a la zona eran muy esporádicas.

En el sector de la Sala Fantasma, situado en la parte interior de la cueva y el más extenso del yacimiento, se ha intervenido en los subniveles SF30A y SF30B. En el área contigua al sector de entrada se ha excavado la zona vinculada a una antigua charca, donde ha aparecido una importante acumulación de restos de caballos sin ningún tipo de marca.

Por su parte, el sector más profundo, correspondiente a una antigua guarida de hienas, contiene una gran acumulación de restos de caballos y ciervos, así como de un gran bóvido, todos ellos consumidos, roídos y muy alterados por la actividad de las hienas. También se han recuperado huesos de hiena, león y otros carnívoros. Esta superficie es la más reciente de las tres, con una antigüedad aproximada de 50.000 años.

Finalmente, en el sondeo estratigráfico situado en el tramo inferior de CF, la intervención de 2025 ha permitido profundizar en los niveles CF19 y CF18. Destaca la presencia de numerosos coprolitos de hiena gigante (Pachycrocuta), así como restos de herbívoros, entre los que sobresale una cornamenta de ciervo (Dama dama), todos ellos vinculados al Pleistoceno inferior, hace aproximadamente un millón de años.

Cueva de El Mirador

Coordinado por la Dra. Ethel Allué, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la Universitat Rovira i Virgili, y el Dr. Josep Maria Vergès, investigador del IPHES-CERCA.

En esta campaña, la excavación en la cueva de El Mirador se ha llevado a cabo durante tres semanas con un equipo de diez personas, profundizando en los sondeos abiertos a ambos lados de la cavidad.

Se han excavado niveles del Neolítico antiguo, con una antigüedad de unos 7.000 años, ricos en restos de fauna —predominantemente doméstica— y en cultura material, principalmente cerámica e instrumentos líticos y óseos. También se han recuperado restos de plantas carbonizadas, entre las que destacan semillas de cereales y bulbos. Estos materiales forman parte de las actividades domésticas y de gestión ganadera realizadas por los grupos que practicaban la ganadería y la agricultura en este entorno.

Tal como ya se destacó en la campaña anterior, han seguido apareciendo fragmentos de caliza con pigmentos que podrían corresponder a pinturas realizadas en las paredes de la cueva. Este año cabe señalar el descubrimiento de un fragmento de caliza con una serie de trazos hechos con pigmento negro, probablemente carbón.

Durante la campaña se ha implementado un nuevo protocolo que permite canalizar de forma más precisa los diferentes análisis de microrrestos arqueobotánicos y de química analítica que se llevan a cabo posteriormente en el laboratorio sobre las superficies de las cerámicas y los materiales líticos.

Entre estos restos se han identificado, en las paredes internas de las cerámicas, residuos del denominado “socarrat”, que evidencian la presencia de restos alimentarios. La combinación entre la química analítica y el análisis de los residuos cerámicos permite obtener información más precisa sobre qué ingredientes se cocinaban.

Trabajos de lavado en el río Arlanzón y bioestratigrafía

Trabajos coordinados por el Dr. Juan Manuel López García, investigador del IPHES-CERCA, y por la Dra. Carmen Núñez, investigadora asociada al IPHES-CERCA

Durante la campaña de excavación de 2025 en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, se han procesado aproximadamente 12 toneladas de sedimento a orillas del río Arlanzón (Ibeas de Juarros). Como cada año, de los yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril se han recuperado restos que constatan la presencia de todo tipo de pequeños vertebrados: aves, anfibios, reptiles, musarañas, topos, erizos, murciélagos y roedores.

En la campaña de 2025, los niveles más destacados de los que se ha lavado y tamizado sedimento han sido: los niveles TE6 y TE7 de la Sima del Elefante, los niveles TP1, TP6-8 y TP9 de Penal, los niveles TD6.1, TD4.2 y TD3.1 de la Gran Dolina, el nivel GIIb de Galería, el nivel 30A de Sala Fantasma y los niveles 18 y 24 de Cueva Fantasma.

De entre estos, cabe destacar, por su novedad, los hallazgos del nivel GIIb de Galería, donde ha aparecido una gran cantidad de pequeños vertebrados durante el cribado de los sedimentos, y del nivel 30A de la Sala Fantasma, donde se han identificado las especies de topillo Microtus arvalis, M. agrestis y Pliomys coronensis, una asociación típica del Pleistoceno superior. La recuperación de restos de pequeños vertebrados del nivel 30A es de vital importancia para conocer el clima y el entorno del pasado en el que probablemente se movían las poblaciones de neandertales y humanos anatómicamente modernos en la Sierra de Atapuerca.

Además, la continuidad de los trabajos en Trinchera Penal ha permitido recuperar algunos restos de musarañas de tamaño medio del género Sorex, en el nivel TP1, así como la presencia del murciélago cavernícola Miniopterus schreibersii en el nivel TE6 de la Sima del Elefante.

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