Hace 2 millones de años los homininos que vivían en Tanzania explotaban ecosistemas muy diversos
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Hace 2 millones de años los homininos que vivían en Tanzania explotaban ecosistemas muy diversos

Así lo revela el estudio de herramientas de piedra, las más antiguas documentadas en la Garganta de Olduvai hasta la fecha, halladas en un nuevo yacimiento

Un artículo publicado en la revista Nature Communications, que ha contado con la participación del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social)-CERCA demuestra que los primeros homininos que habitaron en Oldupai Gorge (el topónimo Maasai para la reconocida Garganta de Olduvai, Tanzania), explotaron hábitats y ecosistemas muy diversos hace ya 2 millones de años.

“Esto se ha sabido gracias al hallazgo de un conjunto de herramientas de piedra, las más antiguas documentadas en la Garganta de Olduvai hasta la fecha”, observa María Soto, investigadora del MIAS-UAM (Universidad Autónoma de Madrid) y colaboradora del IPHES. “Un análisis multidisciplinar aplicado al registro diverso del yacimiento de Ewass Oldupa (Geolocalidad 63) lo ha desvelado, siendo a su vez, la evidencia de ocupación humana más antigua de este lugar conocida hasta la fecha”, añade Julio Mercader, director del proyecto de investigación e investigador asociado al IPHES.

La garganta de Olduvai (Tanzania) es una zona de gran importancia para el estudio de la Evolución Humana puesto que posee un amplio registro ecológico asociado a ocupaciones humanas por parte diferentes especies de homininos. “Pese a ser un foco para la investigación arqueológica mundial durante más de un siglo, el nuevo artículo representa un hito al correlacionar distintos datos paleoecológicos con las actividades humanas”, destaca María Soto.

La investigación ha contado con la participación de distintas instituciones africanas, americanas y europeas, y culmina un análisis multidisciplinar de la industria lítica, fauna, los isótopos de piezas dentales y plantas, fitolitos, polen y carbones, entre otras evidencias.

La secuencia geoarqueológica presentada en esta investigación proviene de las excavaciones recientes realizadas durante los años 2018-2019 en un área relativamente inexplorada, el oeste de la cuenca Plio-Pleistocena de Oldupai Gorge.

El registro de Ewass Oldupa (que en lengua Maa, significa “Camino a la Garganta”) incluye las evidencias culturales más antiguas en este conjunto paleoantropológico de referencia, un conjunto lítico integrado por más de 500 herramientas, de entre dos y 1, 8 millones de años, que presentan características propias del Olduvayense inicial, con abundantes esferoides (cantos tallados que conforman bolas de piedra), y en el que se documenta el uso de percutores duro y estrategias de reducción multifacial. Análisis geoquímicos de las herramientas, mediante Fluorescencia de Rayos X, sitúan el área de captación de las cuarcitas empleadas como materia prima a 12 km del yacimiento.

Una fauna diversa

Pamela Achieng Akuku, que realiza su tesis doctoral en la Universidad Rovira i Virgili (URV), dirigida por Julio Mercader, y con una beca del Social Sciences and Humanities Research Council del Gobierno Canadiense, vinculada al IPHES-CERCA, por su investigación, y Palmira Saladié, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de dicha universidad, han estudiado los restos faunísticos de Ewass Oldupa. Esto ha permitido identificar una asociación faunística diversa en la que han aparecido bóvidos pertenecientes a diferentes familias taxonómicas, carnívoros como las hienas y leopardos, y taxones acuáticos como tortugas, cocodrilos o hipopótamos. También se han registrado los restos de un primate, en concreto Theropithecus oswaldi, una especie extinta perteneciente a la misma familia que los Gelada que habitan actualmente las tierras altas de Etiopia. “Esta variedad -cuenta Pamela Achieng Akuku- ha permitido inferir la existencia de espacios abiertos con mosaicos arbóreos alrededor de Ewass Oldupa, donde habitaron los homininos arcaicos de la Garganta de Olduvai”.

Hasta el momento no se han recuperado fósiles de homininos, aunque restos de Homo habilis se hallaron en sedimentos más recientes al Este y el Oeste del antiguo lago que ocupó la actual garganta. “Si los autores de la industria recuperada fueron miembros de esta especie, o del género Paranthropus, que ocuparon el área durante el mismo periodo, permanece como incógnita por el momento”, puntualiza María Soto.

Los conjuntos recuperados se  asocian al Pleistoceno inicial, al proceder de las unidades geológicas post-Naabi hasta la base de Bed II (entre hace 2 y 1,8 millones de años). La cronología de estas unidades es bien conocida por trabajos previos, y nuevas dataciones, que se están llevando a cabo actualmente, de los materiales volcánicos en los que el material se incluye.

Las diferentes evidencias analizadas en este estudio demuestran que los grupos Olduvayenses mostraron capacidades adaptativas flexibles, habitando ecosistemas muy variables, desde hábitats fluviales en ambientes volcánicos, zonas lacustres con distintos episodios de transgresión/regresión, y áreas próximas a cursos fluviales de pequeña entidad con episodios intercalados de vulcanismo. Supieron desenvolverse en paisajes con variaciones drásticas desde prados de helechos a mosaicos de bosques, con frecuentes incendios naturales, palmerales junto al lago y estepas.

“La continuación de los trabajos en Oldupai Gorge y la aplicación de investigaciones transdisciplinares demuestran como los estudios sobre evolución humana todavía deparan sorpresas y evidencias para cambiar los paradigmas científicos”, alerta María Soto. Así esta investigación ha constatado, además de lo dicho, cómo la capacidad de adaptación, pese a la persistencia tecnológica, permitió la explotación de multitud de hábitats en África, y posteriormente en el resto de continentes.

Los participantes en este estudio pertenecen a las Universidades de Calgary, Manitoba, McMaster y Toronto (Canada), la Universidad de Dar es Salaam e Iringa (Tanzania), el Ministerio de Recursos Naturales y Turismo (Tanzania), el Max Planck Institute for the Science of Human History (Alemania), el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social-CERCA, la Universidad Rovira i Virgili y el  Madrid Institute for Advanced Study-Universidad Autónoma de Madrid. Todas estas Instituciones trabajan con la Comisión Tanzana para la Ciencia y la Tecnología, la División de Antigüedades (MNRT), y bajo la esponsorización del Canadian Social Sciences and Humanities Research Council (Partnership program).

Referencia bibliográfica

Mercarder, J., et al. (2021). “Earliest Olduvai hominins exploited unstable environments ~ 2 million years ago”. Nature Communications, https://doi.org/10.1038/s41467-020-20176-2

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